Hoy estoy un tanto feliz, con el corazón contento y completo,
lleno, embriagado, embelesado, latente, animoso, alentado,
resuelto, valiente, y, a menudo, me siento a escribir,
y pensando en vos, pues, me salen líneas tan sinceras como éstas.
Hay tantos sonidos, múltiples, imaginarios, terrenales,
sublimes, como el cantar de un pájaro, silvestre, insensato,
que la distancia me niega, me priva a reconocer,
como tu presencia implacable, divina, diva, dea.
Cómo quisiera tener tu corazón ahora, para mirarlo,
contemplarlo, y no dejar de hacerlo, por siempre,
tan especial y glorioso, que fantástico que es el mundo si vos estás,
qué fácil es el cantar de la vida con tu gracia divina.
Quiero oír susurrar las hojas y las campanas palpitar,
como lo hace mi corazón, tan tuyo, tan de nadie, tan mío,
oh, bella pmpxa, tan impaciente, mejor estudiosa, intrigante,
!Cuántos poetas desearían escribirte algunas estrofas!
Yo lo hago, y no me arrepiento, siento turbación,
desahogo, desenfreno, desdén, mi mente no se nubla por tí,
el canto del grillo es tu voz, es mi elixir, mi subsistir,
y me doy cuenta de algo que nunca pensé.
desahogo, desenfreno, desdén, mi mente no se nubla por tí,
el canto del grillo es tu voz, es mi elixir, mi subsistir,
y me doy cuenta de algo que nunca pensé.
Qué te quiero amar como te lo merecés, y nunca más olvidarte,
y priorizarte como a ninguna, sino, me hundo, como el viento en la arena,
y las golondrinas no cantan, no respiran en lo alto, apenas se elevan.
Mi amor hacia ti, es como el Céfiro cuando descansa tranquilo.
y priorizarte como a ninguna, sino, me hundo, como el viento en la arena,
y las golondrinas no cantan, no respiran en lo alto, apenas se elevan.
Mi amor hacia ti, es como el Céfiro cuando descansa tranquilo.
Sol de otoño, pétalo de rosa, ésa sos vos, fervorosa,
sin embargo, tengo mucho amor para obsequiarte,
mi espíritu está débil sin tu presencia, es como la muerte, tenue, lúgubre,
funesta, melancólica, una vez más, te digo,
que sé como hacerte feliz, oh, mi dea.
sin embargo, tengo mucho amor para obsequiarte,
mi espíritu está débil sin tu presencia, es como la muerte, tenue, lúgubre,
funesta, melancólica, una vez más, te digo,
que sé como hacerte feliz, oh, mi dea.
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